La Semana Santa puede ser un magnífico momento para hacer una visita a este tranquilo lugar y admirar su esbelto rollo, sus interesantes iglesias de San Juan, San Pedro y la impresionante colegiata de San Miguel. La Semana Santa se inicia con el pregón y además de otras celebraciones litúrgicas, alcanza su momento más esperado con la procesión de la Luz y del Silencio: hombres y mujeres, de todas las edades, apenas escondidos los últimos rayos solares del Viernes Santo, inician una fervorosa manifestación popular que, entre oraciones, silencios, la noche y la tenue luz de los faroles ayudan a la meditación cuando las palabras profundas de algún orador resuenan en las tres plazas porticadas mientras la emoción asoma en muchos rostros. La procesión recibe el nombre "La luz y el Silencio", por los muchas faroles que portan las mujeres y el recogimiento que preside todo el recorrido.
Acompañando a los pasos, numerosas personas, dan calor a la procesión con sus cantos, con sus oraciones. En tres momentos del recorrido coincidiendo con las tres plazas se hace un alto para orar juntos en la noche. Son momentos sobrecogedores por el silencio de los asistentes y el clima de oración profunda.
Al terminar la procesión, los pasos quedan expuestos para permitir a todos la contemplación de tanto esfuerzo.
Pasos:
• Oración del Huerto - S.XVIII
• Cristo de la Caña - S.XVII
• Cristo de la Trinidad - S.XVI
• Santo Entierro - S.XVII
• Cristo Atado a la Columna - S.XVIII
• Jesús Nazareno - S.XVII
• Virgen de la Piedad - S.XVI
• Virgen de los Dolores - S.XVII
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